Crisis en el Hospital El Cruce: paro por tiempo indeterminado por sueldos por debajo de la línea de la pobreza

Médicos, enfermeros y kinesiólogos del Hospital El Cruce de Florencio Varela, uno de los centros de salud más importantes del país, reclaman una recomposición salarial urgente que les permita superar la línea de pobreza. Esta situación ha generado la suspensión de consultorios externos, estudios por imágenes y cirugías programadas, además de una drástica reducción en la atención general, afectando a miles de pacientes.

Crisis salarial y precariedad laboral

El médico residente Marcos Mahon Lespki, del servicio de hematología, describió la crítica situación que enfrentan: “Los salarios han perdido cerca del 70% de su poder adquisitivo frente a la inflación, mientras nuestras jornadas laborales alcanzan las 69 horas semanales. Trabajamos por debajo de la línea de pobreza".
Los datos respaldan esta afirmación: los residentes de primer año perciben sueldos que no cubren la canasta básica, afectando su calidad de vida y, en consecuencia, la atención que pueden brindar a los pacientes.

Una crisis que no es aislada

• Desde noviembre de 2023, residentes de otros hospitales nacionales, como el Garrahan y el Posadas, también exigen una actualización salarial.
• Las respuestas del Ministerio de Salud han sido insuficientes, sin soluciones concretas en un contexto de inflación constante.
• Profesionales afirman que la precariedad laboral y la falta de reconocimiento llevan su frustración al límite.

En un comunicado, los residentes expresaron: "Intentamos todas las instancias de diálogo y agotamos los canales formales de negociación, pero no hay avances. El Estado parece no comprender la urgencia de nuestra situación".

Hasta el momento, el Ministerio de Salud no ha emitido declaraciones oficiales sobre el paro en El Cruce. Sin embargo, este conflicto evidencia la difícil realidad que enfrentan los hospitales públicos en todo el país. La medida de fuerza ocurre en un contexto de desgaste del sistema sanitario que, según especialistas, pone en riesgo la salud de los profesionales y compromete la calidad de atención a los pacientes.