"Somos 18 personas y seguimos manteniendo la esencia de un negocio familiar". La frase de Alejandro Jaimez para definir a Casa Ale (Benavente 235, Bosques) se siente en cada espacio físico y también se transmite en los originales posteos en redes sociales en la búsqueda de generar cercanía con los clientes.
"Casa Ale arranca como una ferretería en Bosques, en un local en la esquina de Ricardo Rojas de 30 metros cuadrados. Nosotros vendemos caños epoxi de 6 metros y no llegaban a entrar a lo largo", recuerda Alejandro, que desde la adolescencia está en el rubro y hoy cuenta con un reconocido local en la pujante zona de Bosques, corralón y otra sucursal en la Av. 21 en Berazategui.
"La parte de corrralón se agregó hace cuatro años, se sumaron más familiares. Es un local que arrancó con 32 metros cuadrados y hoy tiene 450 separados entre las tres plantas", detalló uno de los fundadores y alma mater del negocio junto a su hermano Walter Chavez.
Casa Alé cumplió el esperado décimo aniversario el pasado 9 de abril y realizó un sorteo multitudinario con los vecinos en la puerta del local. "La idea siempre no ser una ferretería mas, sino de además de dar un buen precio es que el cliente se sienta cómodo en el mostrador, que en el barrio cuenten con nosotros", puntualizó Ángel Gómez. que se integró años después y hoy es una de las caras visibles.
El impacto en las redes sociales
"Facebook y la comunicación en redes, con sorteos, surge para poder interactuar con todos", describió Ángel. "El Marketplace de Facebook ya es un mostrador más", explicó Alejandro. Adaptados a las nuevas tecnologías, Casa Ale no sólo brinda atención y buen precio al mostrador, sino que saben capitalizar el mercado online.
El humor y la buena onda es el sentido de las publicaciones en Instagram y Tik Tok, orientado a un público más joven y que usan las plataformas como distracción.
"No tenemos mérito, sino los clientes, no pensamos trascender tanto pero las redes no tienen límite y armamos un lindo vínculo. En una ferretería van y te despachan, nosotros queremos formar un vínculo, estar presente", explicó Ángel, principal impulsor de las ideas 2.0.
Salir adelante y dar una mano
En Casa Ale saben por experiencia propia sobre las dificultades para salir adelante. Así lo detalló Alejandro: "No siempre fue todo color de rosa: llegamos a tener cuatro sucursales. A los tres años pusimos una en KM 26, otra en Claypole y en el centro de Varela. En la época de Macri los alquileres aumentaron una barbaridad y eso nos llevó a que tengamos que venderlas, los compañeros que sacabamos los amontonábamos en Bosques donde compramos el lote y es nuestro".
Conscientes del esfuerzo que se realiza cada día entre los vecinos ante una economía inquietante, en reiteradas oportunidades ofrecieron locro para fechas patrias, entregas de estufas en invierno para las familias más necesitadas, pintar una escuela y demás donaciones en la zona.
Además ofrecen precios accesibles, créditos personales y financiación, lo que distingue a Casa Ale como un referente en ferretería y construcción al alcance de los vecinos de Florencio Varela.