“Vine junto a mi esposo y mis tres hijos. Una salida para cinco personas, en otro lugar, resultaba muy costosa. Encontramos entretenimiento para los chicos, pero también productos de excelente calidad a muy buen precio”, describió Romina Benítez, oriunda de San Eduardo, sobre el plan familiar para el fin de semana.

“La comida estaba deliciosa, compré artesanías para regalar y disfrutamos de los espectáculos en el escenario”, enumeró la vecina mientras caminaba por uno de los senderos internos del icónico espacio verde en búsqueda de los últimos obsequios para retornar a su hogar.

Sobre la arista del predio paralela a la calle 25 de mayo, Sol Giaccone instaló el puesto de su proyecto auto-gestionado: “Tol, objetos de diseño”. “La idea nació en 2016. Sin embargo, creció exponencialmente durante el último año y medio. Expansión que nos permitió tener nuestro stand por primera vez”, narró la creadora de materiales en papelería personalizados: agendas, cuadernos o cartucheras.  

“Una experiencia increíble no sólo por la curiosidad del público en nuestra propuesta sino también por la solidaridad, predisposición y amabilidad de quienes participaron junto a nosotras para ayudarnos ante cualquier inquietud. Nos sirvió para adquirir mayor visibilidad e incluso potenciar la venta online”, reveló la emprendedora.