Como cada 3 de junio, los hinchas de Defensa y Justicia festejan su día. Un homenaje a la pasión, el amor incondicional y la perseverancia de sus fanáticos con el club de sus amores.
En 2006, el Halcón se salvó agónicamente ante Morón en el Tomaghello para mantener la categoría en la Primera B Nacional. En aquella revancha de la Promoción, el equipo que dirigía Rubén Agüero necesitaba al menos un empate, pero sorpresivamente perdía 3-1 hasta el minuto 90. Marcos Ramírez dio vida con el descuento y en la última acción fue Ezequiel Miralles el encargado de realizar el milagro con un fantástico gol de tiro libre.
En aquella fría tarde en Florencio Varela, los miles de fanáticos de Defensa y Justicia se mantuvieron estoicos, incondicionales pese al resultado que los mandaba a la tercera división del fútbol argentino y tuvieron su emocionante recompensa. Poco después se decidió que el 3 de junio era la fecha ideal para celebrar la pasión por el Halcón.