El objetivo de esta fecha es concienciar a la población sobre la enfermedad y lograr compartir conocimientos e investigación para mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad.
La hemofilia es un trastorno que disminuye la coagulación de la sangre; esto repercute en mayores sangrados o hemorragias en el cuerpo y puede ser mortal.
La hemofilia es una enfermedad hereditaria que afecta el proceso de coagulación de sangre, ocasionando hemorragias espontáneas después de una lesión u operación. Es una enfermedad poco frecuente, pues se estima que 1 de cada 10 mil personas nacen con el trastorno.
Existen dos tipos que se clasifican según la deficiencia de dos factores de coagulación:
Factor VIII. Hemofilia A o hemofilia clásica que representa del 80 al 85% de los casos.
Factor IX. Se conoce como hemofilia B o enfermedad de Christmas.
Y se agrupan en:
Leve. Donde se presentan hemorragias graves ante lesiones o cirugías; además, las hemorragias espontáneas son poco frecuentes. Su factor de coagulación se encuentra entre el 5 y el 40%
Moderada. Presenta hemorragias espontáneas y prolongadas ante traumatismos y cirugías. Su factor de coagulación es del 1 a menos del 5%
Grave. Las hemorragias se presentan de manera espontánea en articulaciones y músculos. Su factor es menos del 1%
La hemofilia puede causar:
Hemorragia dentro de las articulaciones que puede llevar a una enfermedad articular crónica.
Convulsiones y parálisis a largo plazo, por hemorragias causadas en la cabeza y, en ocasiones, en el cerebro.
Si la hemorragia se produce en órganos vitales o no se logra detener, puede causar la muerte.
¿Cuáles son los signos o síntomas?
Los signos más comunes son:
Hinchazón y dolor o rigidez en las articulaciones, presentes con mayor frecuencia en las rodillas, codos y tobillos
Moretones en la piel
Hemorragia en la boca y las encías
Sangre en la orina o heces
Hemorragias nasales frecuentes o difíciles de detener